Por: Octavio Abraham Hernández Salazar
A pesar de los múltiples beneficios ambientales que los humedales brindan al ser humano, estos ecosistemas han sido constantemente alterados y modificados drásticamente a lo largo de la historia de la humanidad. A su vez, el deterioro se traduce en una disminución en la calidad y cantidad de los beneficios que dichos ecosistemas nos aportan. Las principales actividades antropogénicas que han dado pie a la pérdida de humedales son la tala excesiva, la contaminación y el cambio de uso de suelo. Entre los cambios de uso del suelo destaca la transformación de humedales a potreros y el relleno para la construcción de viviendas, centros comerciales o desarrollos turísticos.
Uno de los beneficios ambientales más destacados en el contexto de la crisis global y el cambio climático, es la regulación en el ciclo del carbono, en la cual ahondaremos a continuación.
En los últimos años, las concentraciones de dióxido de carbono (CO2) -el cual es un gas de efecto invernadero (GEI)- se han incrementado, ocasionando el aumento de la temperatura atmosférica. Las causas del incremento del CO2 atmosférico son diversas, desde eventos naturales como la erupción de volcanes hasta aquellos que aceleran el incremento como la quema de combustibles fósiles, los incendios forestales y la degradación de humedales por el cambio de uso de suelo. Una de las alternativas de bajo costo para reducir las emisiones de CO2 es su captura y almacenamiento.
El CO2 atmosférico es absorbido por las plantas y convertido en carbohidratos y tejidos a través del proceso de fotosíntesis, como parte del ciclo del carbono. En los humedales, el almacenamiento de carbono no sólo se da en la parte área y radicular de las plantas, sino también en el suelo. Cuando los residuos de la vegetación del humedal caen al suelo, el material vegetal se acumula y se forma una capa de suelo muy rica en materia orgánica. Parte de los residuos orgánicos de las plantas se degrada, aunque otra porción permanece sin descomponerse debido a las condiciones de inundación del suelo, por lo que el material vegetal se incorpora al suelo como material orgánico no descompuesto.
El almacenamiento de carbono en los suelos de los humedales es uno de los principales beneficios ambientales que dichos ecosistemas proveen. En México, los estudios sobre el secuestro de carbono en los suelos de humedales se han enfocado principalmente a ecosistemas de manglar, que han reportado una captura promedio entre 9.02 Kg Cm-2 (manglares de Tabasco) y 99 Kg Cm-2 (manglares del Caribe), mientras que en suelos de humedales herbáceos se han registrado valores de captura de hasta 17.7 Kg Cm-2. En Veracruz, con financiamiento del consejo nacional de ciencia y tecnología (CONACYT), a través de los fondos de Ciencia Básica y el fondo sectorial CONACYT-SEMARNAT, el Instituto de Ecología A.C., ha realizado investigaciones sobre la función que los suelos de humedales tienen como sumideros de carbono. Por lo anterior, resalta la importancia de promover y difundir la conservación y el respeto por los humedales y evitar las iniciativas que los degradan, no sólo con la implementación de estrategias de concientización, o con la aplicabilidad de las normas correspondientes de conservación, sino impulsando actividades productivas dignas y sostenibles para las comunidades que dependen directamente de los beneficios ambientales que estos ecosistemas brindan.
Comments